AYURVEDA
Ayurveda es un antiguo sistema de medicina tradicional originado en la India. El término sánscrito āyurveda es un tat purusha (compuesto de términos) formado por āyuh: ‘duración de la vida’ y veda ‘verdad, conocimiento
Los primeros registros ayurvédicos datan de 1500 a.C
Ayurveda es por lo tanto conocida como la ciencia de la vida.
*En la estadística realizada por la OMS en 2002, se estima que es utilizada por un 65% de la población india, cifra que debe haber aumentado considerablemente, dentro y fuera de India.
Es pues un sistema terapéutico natural, tradicional y holístico, es decir no se trata sólo el síntoma del malestar sino su causa y la relación del síntoma con el estado emocional y mental del paciente y la relación con su entorno, su clima, su medio, sus hábitos, su dieta….
El Ayurveda entiende a las personas como una unidad de cuerpo, mente y espíritu y postula que todo depende del equilibrio del individuo, tanto interior como exterior, cada persona es única y se le considerará y asesorará en función de su historia y constitución únicas.
Al Ayurveda pertenecen, además del conocimiento de más de 5.000 hierbas y especias, el yoga, la meditación, la hidroterapia, los masajes, la astrología y la cirugía, el uso de piedras preciosas, los metales, la música y la danza. En concreto, el conocimiento de una alimentación equilibrada adquiere, en el aprendizaje del Ayurveda, un significado central.
En el Ayurveda, el universo se divide en cinco elementos (Tattvas): tierra, agua, fuego, aire y éter. Estos elementos están conectados de dos en dos con cada una de las tres energías vitales (doshas): vata, pitta y kapha.
Desde su nacimiento, cada persona cuenta con una combinación propia de estos tres doshas, la denominada «prakruti». La constitución de doshas predeterminada desde el nacimiento establece para cada persona su nivel propio para alcanzar un estado de equilibrio. Por lo general predominan uno o dos doshas aunque, en algunas personas, los tres doshas tienen la misma intensidad.
VATA
Vata consta de los elementos éter y aire.
Las personas con un dosha vata dominante son, con frecuencia, delgadas, mentalmente activas y poseen un sistema nervioso y digestivo irritable. Reaccionan con sensibilidad a su entorno y tienen una gran capacidad de comprensión. Su piel es más bien fría, seca y áspera. Una persona vata equilibrada es alegre, dinámica y abierta.
Para conseguir el equilibrio, los tipos vata han de mantenerse calientes y realizar tareas que les tranquilicen. Una rutina fija con comidas frecuentes y no muy abundantes les proporciona equilibrio y bienestar.
PITTA
Pitta se caracteriza por las propiedades de los elementos fuego y agua.
Físicamente, el tipo pitta es más bien normal y su piel suave tiene por lo general un tacto cálido. Los tipos pitta se distinguen por un buen apetito y una buena digestión. Debido a su fuego interior, prefieren un entorno fresco. Un tipo pitta equilibrado posee un fuerte carisma, unido a una gran fuerza de voluntad.
Las personas con un dosha pitta dominante deben de procurar no abusar demasiado de sus fuerzas y no «sobrecalentarse». Necesitan un equilibrio entre las actividades intensas y la relajación. Los tipos pitta deben evitar grandes cantidades de sal las especias picantes y comer más ensaladas y verdura fresca.
KAPHA
Kapha aúna los principios de los elementos tierra y agua.
Las personas con un dosha kapha dominante son con frecuencia algo corpulentas y de constitución fuerte. El ejercicio supone con frecuencia para ellos un reto, ya que se sienten atraídos por la tranquilidad y la relajación. Los tipos kapha necesitan su tiempo, ya que reflexionan bastante sobre las cosas. Cuando se encuentran en equilibrio es difícil alterarles. Se consideran además muy leales.
Con el fin de mantener el equilibrio interno, un plan de ejercicios regular tanto a nivel físico como espiritual resulta esencial para los tipos kapha. En cuanto a la alimentación, los kapha prefieren los alimentos picantes y amargos y renuncian a las golosinas dulces y las comidas grasas.